Como muchos lugares de mi pueblo, éste era un sembradío de piedras, incapaces de aportar algo útil.
Con el afán de renovar el entorno, un grupo de jóvenes artistas del patio se dieron a la tarea, con más deseos que recursos de construir una fuente en el mismo corazón de la ciudad. Así, entre largas jornadas de esfuerzo, carencias, desacuerdos, promesas incumplidas y mucho amor, poco a poco la idea fue tomando forma. Raulito, el principal artísta responsable de esta maravilla, agradece infinitamente a Arnel Fernández Chaveco,quien era en ese entonces el Secretario del Partido en Contramaestre y principal impulsor de todos los cambios ocurridos por entonces.
Aquí algunas imágenes que muestran cómo surgió la fuente de la naranja.